La vida íntima de cada pareja abarca un mundo de posibilidades y alternativas, que deben despertarse con los sentidos, la imaginación y la disposición personal.demostraciones de afecto, el erotismo y la conexión emocional.
Hacer el amor no debería presentar grandes complejidades cuando se practica con soltura y entrega. Sin embargo, hay varios errores que se cometen, los mismos que atentan de manera directa contra la plenitud del acto.
El primer error se comete justo antes de iniciar el juego sexual: pedir permiso. Preguntarle a la pareja si le apetece hacer el amor romperá con el encanto y enfriará cualquier deseo. Lo mejor es idearse otras formas de comunicación menos lingüísticas y más corporales.
Los especialistas de Apropo mencionan que en esta fase preliminar puede ocurrir que uno de los dos quiera hacer el amor, pero el otro no muestre el mismo entusiasmo. Y aquí viene el segundo error: rendirse fácilmente.
“La negativa no debe tomarse como definitiva. Tal vez ese ‘no’ inicial sea sólo una invitación para iniciar el juego de la seducción. Buscar nuevas maneras de insistir, siempre será más efectivo que darse vuelta y dormirse”, explican.
La originalidad va de la mano del tercero: caer en la rutina. No olvide que en el terreno íntimo es necesario innovar y romper los hábitos para disfrutar plenamente.
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